26/8/11

Insultos

Como muchos de ustedes saben, por haberlo vivido en carne propia o por haberlo leído aquí, viajar en el Sarmiento en hora pico es una experiencia miserable. Son puros insultos, golpes, patadas y risa de gente idiota.
Muchas veces me saco.
A ver... hay una puerta pequeña, mucha gente afuera, mucha gente adentro. La gente de adentro quiere salir, la de afuera quiere entrar y no permite que los de adentro salgan. Se empujan todos. Los que quieren entrar, además de empujar a los que quieren salir, empujan a otros que también quieren entrar, para tener ventaja sobre ellos y poder sentarse.
Algunas personas muy idiotas, creen que es como un juego divertido. Y golpean riéndose, y cuando logran sentarse están un rato largo riéndose.
Las veces que me han golpeado muy fuerte, me han tirado al piso y me han arrancado trozos de mi ropa, me alteré de tal manera que tuve que insultar a los gritos a todos y cada uno.
Una vez me caí al piso golpeándome la rodilla, y me quedó doliendo muchísimo. Ví a uno reírse. Le grité "¿de qué te reís, imbécil?" señalé a un par más "¿y ustedes? ¿tan imbéciles son que se ríen de haber lastimado a otras personas?". Siempre se hace un silencio.
Otra vez me arracaron el cinto de mi tapado. Luego de escuchar el ruido de tela desgarrándose, me toqué y ví que el cinto no estaba más. Miré a ver si lo encontraba en el piso. En cambio, ví a un hombre con mi cinto en la mano con cara de "¿de dónde saqué eso?" y sonriendo. Extendí mi mano y le dije "MÍO". Y mientras me lo devolvía agregué "ANIMAL". El tipo me dice "no, pero me empujaron", "ahh, sí" le contesto, "pero eso no justifica el hecho de que te estés riendo con un pedazo de prenda de alguien". Se quedó callado.

El martes pasado, llegó el tren de dos pisos a Moreno a la mañana temprano. Estaba lleno de gente. Entraron todos empujando, como siempre. Yo me quedé a un costado y entré tranquila. Mientras entraba, un imbécil que empujó y golpeó a todos a las risotadas, se puso a gritarle a su amigo "ABAJO, ABAJO, VAMOS ABAJO, JIJIJIJI!!!!!" y bajó corriendo las escaleras. Yo bajé atrás de él, y cuando estaba correteando hacia un asiento a las carcajadas, le grito "¿¿Qué tenés, 3 años PELOTUDO??". El tipo paró en seco, y me miró. Yo estaba con muchísima cara de indignada y los ojos inyectados en sangre. Lo miré fijo. Él tendría unos 15 años. Se puso blanco. Se sentó en silencio con la cabeza gacha, mirándome tímidamente. Yo me siento y noto que después de mi grito todo el vagón se quedó en silencio, mientras me miraban con cierto aire de miedo.
El bichito de la felicidad que estaba adentro mío explotó, y sus miles de pedacitos comenzaron a bailar. Había una fiesta con música, y piña colada en mi cerebro. Tenía que disimular mi risa con cara de indignada.
Mientras salía papel picado de mi oído, digo "pero por favor... gente grande..." y me acomodo para dormir. En mi cabeza bailamos todo el día.

19/8/11

Infiernos

La otra vez iba pensando idioteces en el Sarmiento (cuándo no..?) y se me ocurrió que si pudiese elegir hacer cualquier cosa en este mundo sería escribir. Y si pudiese elegir hacer cualquier cosa en el Otro Mundo, sería diseñar espacios en el Infierno.
Estuve todo el viaje pensando en maravillosos espacios en el Abismo, diseñados para cierta clase de gente. Aquí van:

Para los que escuchan cumbia con el celular a todo volumen:
Luego de dejarme pegarles una piña personalmente, pasarán a una habitación en la que habrán pantallas gigantes y muchísimos bafles reproduciendo la canción del Nyan Cat eternamente. Y nunca llegarán al estado en que llegué yo, que lo ví tantas veces que me resulta adorable =3



 Para los "avivados":
Vivirán una vida en la que siempre encontrarán miles de oportunidades para hacer una avivada, pero las perderá a todas; aparecerá un tren repleto de gente, y miles de personas esperando que se abra la puerta para entrar. El Condenado verá una ventana abierta, y justo al lado de ella un asiento acolchonadito y hermoso con aire acondicionado. Cuando ponga la primera pata en la ventana, se cerrará lastimándolo. Irá a la enfermería y verá a mucha gente esperando para entrar. Verá una botella con el Remedio Mágico Que Calma Todos Los Dolores, descuidada. Cuando vaya a agarrarla, un policía lo detendrá. En la cárcel, el hombre verá una posible escapatoria, pero cuando está por salir... y así eternamente. El Condenado no será conciente de que está muerto, y adjudicará sus fallas a la mala suerte.

Para los que tiran basura al piso:
Unos Diablillos gigantes los tomarán en sus manos, les quitarán la piel y la arrojarán a la calle. El condenado sentirá ambas partes de su cuerpo; la piel desechada, pisada por automóviles y transeúntes, y el resto del cuerpo, siendo devorado por el Diablillo.

Para los que orinan en el tren:
Ellos se convertirán en El Tren.

Para los idiotas que viajan parados con bebés en brazos sin pedir el asiento, y para los que se levantan antes de que el tren/colectivo llegue a su estación, arriesgándose a tirar al bebé al piso cuando se hace la frenada:
El Condenado pasará el resto de la eternidad como en el nivel "Puppy Love" del juego "Earthworm Jim". Tendrá una almohada que utilizará para amortiguar la caída de miles de bebés que un Diablillo estará lanzando. El Condenado reconocerá como hijo a cada uno de esos millones de bebés y sentirá un inmenso dolor cada vez que uno se caiga al piso y se le rompa la cabeza.







Para los de TBA:
Oh, sí... nos encontramos de nuevo, señores de TBA... el espacio que diseñé para ustedess será una especie de Purgatorio; todo blanco, sin sillas (como en la estación de Once... ¿¿cómo puede ser que no hayan asientos en la estación de Once??). Esperarán cerca de 3 o 4 horas para que llegue El Transporte Súper Maravilloso que los llevará al Cielo. Cuando llegue, todos subirán felices, y tendrán asientos extraordinariamente cómodos. Cuando se sienten y estén a gusto, se esuchará una voz que diga que el Transporte Súper Maravilloso se cancela por problemas técnicos. Todos los días, los de TBA subirán al TSM (que tiene dos pisos y LCDs!!) y se cancelará. Otras veces comenzará a andar, pero se cancelará a la mitad, con diferentes excusas.
El castigo final, es que los de TBA jamás perderán la esperanza de que esta vez el TSM sí llegará a destino, y esperan con ansias el momento.

Mark Chapman: Tengo un lugar súper especial diseñado sólo para vos ;)

Estoy segura de que mis lectores tendrán pensados mejores lugares en el infierno, y espero con ansias que me los describan.
También espero que me saluden mañana, por mi cumpleaños =)

11/8/11

Castelar solamente

La gente en la estación de Castelar puede reconocerme fácilmente: Soy la chica que está llorando.
No es la primer vez ni la última que me encuentro derramando lágrimas en Castelar, mientras trato de secarme los ojos con las mangas de mi remera.
Repaso en mi mente el momento en que tomé el tren en la estación de Once. Recuerdo claramente la voz metálica desde el altoparlante diciendo "plataforma uno lleva como destino Moreno parando en todas las estaciones intermedias". Lo recuerdo porque lo dijo 30 veces mientras esperábamos que partiera.
Sin embargo, al llegar a Castelar, el tren se detiene y se anuncia "Plataforma dos CASTELAR SOLAMENTE".
Yo venía durmiendo tranquila, a pesar del volumen alto del televisor LCD que tiene el nuevísimo y súper tecnológico tren de dos pisos. Y me tuve que levantar y esperar otro tren en la estación de Castelar.
La gente me ve llorando y veo en sus ojos las ganas de consolarme, y sus teorías que golpean su cerebro tratando de determinar el porqué de mi llanto. Algunos imaginarán que murió alguien cercano a mí, otros que me despidieron, robaron o recibí malas noticias. Creo que nadie puede llegar a pensar que estoy llorando por lo mismo que ellos acaban de vivir.
Ellos no saben lo mucho que me duele el abuso a los usuarios por parte de TBA. Las cancelaciones de trenes ocurren practicamente todos los días, el sopresivo "Castelar solamente" le tocó por lo menos una vez a todos los que alguna vez usaron esta línea de ferrocarril.
Una vez cancelaron un tren porque un chico vomitó en el furgón.
Otra vez, porque el maquinista cerró el tren y se fue.
Otra porque hubo un accidente tres estaciones más adelante.
Imagino a los de TBA, perversos, sacando bolillas al azar para decidir así cuál tren cancelar. Los imagino mirándonos salir del tren, con la cabeza gacha, y ellos en éxtasis masturbatorio.

¿Pero saben qué es lo que más me duele?
Que la gente se baje del tren. Más allá de que es un tren que fue inaugurado en Marzo de este año, y que los de TBA nunca utilizan. Lo ponen en horas en las que no viaja casi nadie. Un tren que tiene capacidad para 40% más de usuarios, pero que cuando lo tomamos en once, somos 4 o 5 personas por vagón. Un desperdicio millonario del país. Y que encima de todo tienen el tupé de cancelarlo en Castelar. Es más, la primera vez que viajé en él, lo cancelaron en Merlo (dos estaciones antes de Moreno!).
Lo que más me duele es que la gente se lo aguante. Me duele que anuncien "Castelar solamente" o "plataforma dos cancelado", y la gente diga "uuuh" con una sonrisa, como diciendo "ay, pero que mala suerte tengo!" y SE BA-JE.
¿Se entiende? La gente SE BAJA y se sube al siguiente tren que viene hasta las bolas. Agachan la cabeza y dejan que los pisoteen. Porque esa es la sociedad en la que vivimos. La gente se queja, pero no hace nada para revertir la situación.
Se quejan de que los empujan, y ellos empujan. Se quejan del maltrato, pero ellos lo aceptan.

Me encuentro sola en el tren nuevo. Asientos blanquísimos y LCDs sintonizando Canal 7. Todos están afuera, en el andén. Los más amistosos me dicen "se cancela, vení, hay que tomar el otro". Como diciendo "íbamos a comer torta de chocolate, pero se la llevaron, vení, comamos este sorete que nos dan a cambio".
Y yo lloro. Pero de alguna manera me alegra llorar. Porque tengo alma. Porque no soporto que me obliguen a vivir en desgracia. Porque veo el tren en el que tengo que subir, con manos y caras aplastadas contra el vidrio, despintado y tirando chispas por debajo y me duele.

"Castelar solamente" no es una pavada.